El Hipódromo Camarero y la industria y el deporte hípico han contribuido a la reactivación de las economías y creación de empleos en las comunidades y centros urbanos tras la devastación del Huracán María, mediante la reanudación de las carreras de caballos en vivo el 15 de diciembre pasado, la actividad económica que se genera alrededor de sus 380 agencias hípicas abiertas en todo Puerto Rico y la distribución equitativa de ganancias de su Sistema de Video Juegos (SVJ).
Así lo informó Ervin Rodríguez Vélez, Presidente y principal oficial Ejecutivo de Camarero, quien sostuvo que los trabajos de restauración y reconstrucción de sus instalaciones, los planes de acción y actividades variadas implantados por la gerencia del hipódromo luego del paso del huracán, salvaron unos 8,000 empleos y han generado actividad económica que, junto a la reanudación de las carreras en vivo, contribuyen a los ingresos al fondo general del Departamento de Hacienda.
Agregó que la industria y el deporte hípico continúan beneficiándose del SVJ, implantado hace 9 años en las agencias hípicas como una iniciativa del Gobierno de Puerto Rico para contrarrestar la merma histórica en las apuestas, aumentar los premios y mejorar los ingresos de los dueños de caballos, los agentes hípicos y otros componentes del deporte, así como el inventario de caballos y la operación del hipódromo.
“La implantación del SVJ también conocido como Lucky Cash, se aprobó mediante una rigurosa ley como un complemento a las apuestas de caballo y cuyos beneficios están garantizados porque de cada dólar que se juega en el SVJ, el 93% se le devuelve al jugador, mientras que el restante 7% es distribuido entre los dueños de caballos, las agencias hípicas, el proveedor y el Hipódromo”, expresó Rodríguez Vélez.
Informó que unas 325 agencias hípicas alrededor de la Isla cuentan con máquinas Lucky Cash, número que continúa en aumento con altos niveles de aceptación debido a que, además de proveer entretenimiento adicional a los hípicos, permite el crecimiento de los negocios que las alberga. Así lo atestiguan los propios agentes hípicos quienes dicen sentirse complacidos con las ganancias que generan y porque un porcentaje de estas va dirigido a beneficiar la industria y el deporte.
Tal es el caso de José Rubén Rivera, propietario de la agencia #018 en Camuy que registró $16,268.75 en apuestas de caballos para enero del 2017, número que aumentó a $23.029.25 para enero de 2018, lo que significa un aumento de $6,760 en un año.
“Yo llevo en la hípica como 15 años, y te puedo decir que comencé en un local 10’x10’ y ahora estoy en un local que puede medir 25’x40’, con 30 máquinas Lucky Cash, televisor con pantalla gigante y buenas y cómodas sillas para los hípicos. Les damos picadera a los hípicos, que antes no recibían nada, solamente se sentaban a jugar. Se les da café, sándwiches y jugo. Eso los hace sentirse cómodos en el negocio y ellos siguen auspiciando”, sostuvo Rivera.
Para el agente hípico, las máquinas Lucky Cash representan un complemento para el sistema de apuestas de caballo. “Entre más gente llega, más ambiente hay, lo que hace que la gente se sienta cómoda y se queden”, aseguró.
Rivera comenzó con 6 máquinas y luego fue aumentando a 10, 20 y 30. Sus ganancias anuales, aseguró, han aumentado dramáticamente desde que implementaron el SVJ. Antes tenía ganancias de $20,000 a $25,000 al año mientras que para el 2016, ascendieron a unos $200,000.
Por su parte, Rubén Morales, de la agencia hípica #155 de Canóvanas, cuenta con 14 máquinas, pero aseguró que si tuviera más espacio en su local tendría más, ya que para él, el SVJ ha resultado muy positivo para la industria hípica. Para enero de 2017, su agencia registró $28,689.74 en apuestas, mientras que para enero de este año esta cifra aumentó a $45,014.50, una diferencia positiva de $16,324.75.
“Las máquinas de Lucky Cash me han traído más clientes para el hipismo, como para el negocio. Me ha mejorado el negocio como un 300 por ciento”, aseguró Morales, quien lleva 30 años en la industria.
El agente hípico aseguró que ha tenido casos donde clientes que no eran jugadores de caballo, pero sí del SVJ, se le han acercado a preguntarle cómo se juegan las papeletas, los cuadros y otras combinaciones, y entonces él procede a explicarles. Estos jugadores terminan apostando desde 35 centavos a $1, “que no se esperaban. Chavito a chavito se llena el pote”.
Morales comenzó con 4 máquinas hasta llegar a las 14 que actualmente tiene. Las mismas le han generado unas ganancias que le han permitido hacer mejoras a su establecimiento año tras año. Aseguró que las ganancias anuales en su agencia rondan los $140,000, cuando antes de tener el SVJ la cifra estaba entre los $25,000 a $28,000 anuales.
A otro agente hípico que le ha ido muy bien en su negocio desde que implementó el SVJ es a Ángel Morales, de la agencia #636, también de Canóvanas. Actualmente cuenta con 30 máquinas de Lucky Cash y su clientela sigue en aumento desde que comenzó en la agencia en el 2015.
En esta agencia hípica se registraron $30,309.25 en apuestas de caballo para enero de 2017, número que aumentó a $81,522,25 en enero de 2018, lo que significa un aumento de $51,213.
Aunque recibe dos tipos de público: el que juega en el SVJ y el que apuesta a los caballos, aseguró que las máquinas como las Lucky Cash no le han hecho ningún daño al hipismo, sino todo lo contrario, ya que una cantidad de las ganancias que genera el SVJ está dirigida a beneficiar la industria.
Hipódromo Camarero continúa sus esfuerzos para reactivar las economías de las comunidades mediante su campaña promocional, y las personas interesadas en unirse al exitoso grupo de sus agentes hípicos, pueden comunicarse al 939-216-7997 para recibir orientación.