Nuestra Historia
Las carreras de caballos se vienen efectuando en Puerto Rico desde el Siglo XVI en las renombradas Fiestas de San Juan Bautista celebradas en la capital, San Juan. Para el año 1882, se inaugura el primer hipódromo ubicado en la ciudad de Ponce. Luego se construyeron hipódromos en San Germán, Mayagüez y San Juan, lo que propició el inicio de rivalidades entre pueblos o los llamados sindicatos. Éstos realizaban competencias entre sí para ver quién poseía los mejores ejemplares.
Para 1911, llegan los primeros purasangres a Puerto Rico, Meteoro y Covadonga. Estas importaciones añadieron calidad al espectáculo y el interés desarrollado tuvo como resultado un aumento en las apuestas. Esto trajo la necesidad de reglamentar la jugada y el 13 de noviembre de 1913, se aprobó la ley que creó la Comisión Hípica Insular para que hiciera cargo de fiscalizar el deporte. Tres años más tarde, 1916, se legalizó la jugada del “Pool”, invención netamente puertorriqueña de los señores Ernesto Apellaniz y Damián Artau. Los hipódromos del área de San Juan demostraron tener mayor éxito y hoy día, hipódromos como “Las Monjas”, “Quintana”, y “Parada 20″, son la base de la tradición hípica en Puerto Rico.
Comenzaron a surgir ídolos que se ganaron la admiración de la fanaticada boricua, tales como Galgo Jr., Chorisbar, Condado, Cofresí, Bachiller, Yaucono, Gurabo y Cocoliso. Para la década de los cincuenta aparece en el horizonte hípico un ejemplar que iba a cautivar a la fanaticada como nunca antes, su nombre: Camarero.
Primer triple coronado en nuestra historia, Camarero estableció una marca mundial de victorias consecutivas con cincuenta y seis triunfos en hilo. Por cuatro años acaparó todos los medios de comunicación y estimuló la jugada a tal punto que los hipódromos resultaban pequeños para acomodar la gran cantidad de personas que querían ver al famoso equino. Esto trajo como consecuencia la construcción del moderno Hipódromo El Comandante en Carolina, dando comienzo a una nueva época en nuestro hipismo.
También surgieron dos jinetes que comenzaron sus carreras en Puerto Rico y decidieron probar fortuna en los Estados Unidos destacándose marcadamente en sus ejecutorias, son ellos Eddie Belmonte y Angel Cordero Jr. Belmonte le dió a Puerto Rico el primer triunfo en carreras de la Triple Corona Americana cuando ganó el “Preakness”de 1970 con el ejemplar Personality. Por su parte, Cordero triunfó en el “Derby”de Kentucky en tres ocasiones; Cannonade (1974), Bold Forbes (1976), y Spend A Buck (1985), el “Preakness Stakes”con Codex (1980) y Gate Dancer (1984), y el “Belmont Stakes”con Bold Forbes (1976), este último fue propiedad del boricua Esteban Rodríguez Tizol.
Otro ejemplar de dueños puertorriqueños que destacó en los Estados Unidos fue Mr. Frisky. Luego de trece victorias seguidas en el Hipódromo El Comandante de Canóvanas, el caballo, propiedad de Josean y Marta Fernández, ganó tres mas en los Estados Unidos arribando al Derby de Kentucky como el caballo con más victorias consecutivas antes de ésa carrera y cerrando de favorito para el evento. La suerte no acompañó al ejemplar, por problemas de salud, a obtener una segunda victoria de Puerto Rico en la Carrera de las Rosas de 1991.
122 años de historia han sido registrados en nuestro Hipismo Puertorriqueño, muchos los que han participado en ser edificadores de su desarrollo. Cada ejemplar y personalidad que ha contribuído a este legado representa indudablemente una parte importante en la historia deportiva de Puerto Rico. Nosotros nos sentimos sumamente orgullosos de que usted haya leído una parte de nuestra historia, eventos que continúan construyendo en el presente y el futuro nuevos horizontes para la generaciones venideras.
Nuestro agradecimiento al Sr. Jorge Colón por la información histórica suministrada.