Joe Bruno Ortiz
La tresañera nativa Prometida demostró nuevamente su calidad, al dominar ante cinco rivales en la edición 63 del clásico Eugenio María De Hostos, en la séptima carrera del domingo en el hipódromo Camarero.
Montada por el destacado jinete Luis Hiraldo, Prometida fue considerada con gabela de dos por uno como uno de los primeros tres candidatos de la banca de primera en la que dominó Side Bella seis por cinco.
La prueba, con premio de $52,120 y en distancia de 1,400 metros, representó la primera salida para Prometida luego de cerca de tres meses. Venía de finalizar segunda en el clásico Camarero a cinco cuerpos de la ganadora Sueño De Amor.
Para este domingo presentaba buena preparación y fue respaldada por la posición afuera de sus rivales, lo que le permitió correr colocada cerca del paso en la primera parte mientras Side Bella dominaba al grupo durante los primeros 400 metros.
Luego de eso, El Pico De Lesli y Nite Sweep le presentaron presión a Side Bella, lo que aprovechó Prometida para iniciar su ataque desde los 700 metros.
Esa movida la llevó a luchar la delantera brevemente con Side Bella a la que dominó desde el cuarto de milla final hasta desligarse sólidamente en la recta de llegada y cruzar la meta con cinco cuerpos y medio y tiempo de 1:27.50 para el recorrido.
Desde la segunda posición completaron el orden Side Bella, Nite Sweep, Empatía, El Pico De Lesli e Ixchel Rose. Los parciales fueron :24.24, :48.14 y 1:13.98.
Prometida, una hija del semental Albert The Gold en Hipótesis, criada en Potrero Hermosura, pertenece al establo Villa Real y es entrenada por Anderson Santiago. Obtuvo su séptima victoria en su novena salida y su tercer éxito en pruebas de grado. El año pasado fue ganadora de los clásicos Criadores de Puerto Rico y Ramón Llobet, Jr. antes de finalizar segunda en el Camarero.
Por su historial durante su campaña como dosañera se perfila como sólida favorita para cargar con el Premio Camarero a la mejor de su generación.
La tresañera nativa Prometida se acerca a la meta para imponerse en el clásico Eugenio María De Hostos con la monta de Luis Hiraldo.
